Más cerca de la cima estás, y más fuertes son las críticas que te llegan. Así es la vida de todos…y también la de Islam Makhachev (23-1).
El campeón ruso de peso ligero, que se consagró hace solo unos meses tras vencer a Charles Oliveira en UFC 280, ha comenzando a conocer la presión de ser el monarca y, en éste caso, ha sido Bobby Green (29-13-1) quién ha intentando “atravesar” su coraza.
El norteamericano, que cayó contra el discípulo de Khabib en febrero de éste año (TKO 1), lanzó una fuerte acusación contra su colega al que trató de “estar dopado”. Según Bobby Green, él mismo sintió algo extraño cuando lo enfrentó…
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“Estaba mirando videos en Youtube cuando, de golpe, me encontré con éste pequeño clip que hablaba de Islam y su pequeño problema con las drogas de hace unos años (sic). Pero no veo gente hablando de eso, ¿raro, verdad? El video decía que cuando vino (Islam) por primera vez, su escuela que lo entrenó en Rusia, le había dado algunos suplementos para que pudiera desarrollar más musculatura porque era muy pequeño. Mmm, quién sabe cuánto tiempo lleva haciendo eso.
Imagínate si le dieras esteroides a alguien a los 10, 12, 13, 14, 15 años; qué fuerte serías al crecer. Él era realmente fuerte y lo pude comprobar cuando peleamos. Tiene sentido ahora. Entreno con miles de tipos fuertes pero lo suyo no parecía natural. Recuerdo que le dije a mi entrenador, ‘Había algo raro en Islam. Lo sentí. Simplemente no es humano’. Ahora todo me cierra.
Creo que, en general, es un problema de su país. En Daguestán parecen estar más de acuerdo con el uso de esteroides. Quieren ver a sus chicos fuertes y varoniles. Aquí en América, eso no pasa. No lo hacemos así”.
(Bobby Green)
Las palabras de Bobby Green suenan extrañas si tenemos en cuenta, especialmente, que él es quien viene de sufrir una sanción por doping debido al uso de dehidroepiandrosterona (DHEA) y no su rival. De todos modos sabemos que, en el juego de las peleas, a veces las cosas que se dicen no son más que otra forma de “atacar” psicológicamente a viejos y nuevos rivales. Y eso parece estar haciendo Bobby Green con Makhachev.
Dicho esto, también es una realidad que los controles de dopaje en promotoras pequeñas, en donde muchos atletas (como los de Daguestán) comienzan sus carreras no están tan legitimados como en las organizaciones americanas de renombre.
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