Hay decisiones que se toman dentro del octágono y hay otras determinaciones que, en cambio, se toman fuera de él. Los atletas que “aciertan” en la primera categoría, son <<grandes peleadores>>: los que aciertan en ambas son, sin embargo, <<grandes campeones>>.
En efecto, no hablamos solo de iniciativas como lanzar un jab en el instante correcto, o intentar un derribo justo cuando se abre el espacio: nos referimos a planificaciones que, aunque en el momento puedan pasar desapercibidas, generan a futuro un impacto enorme en la carrera del deportista. Una de ellas -y, quizás, la más importante- es “el cambio de categoría”.
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En el Rocktagono te presentamos cinco casos de peleadores que no solo cambiaron su división y su peso: también cambiaron sus vidas. Luchadores que, tal vez, no lograron desarrollar todo su potencial en alguna clasificación y, pese a eso, luego de ajustar “los papeles” pudieron volverse estrellas del deporte en otra categoría. Y eso gracias a una sola razón: tomar la determinación correcta a tiempo…
Cinco peleadores de UFC que cambiaron de división, y se volvieron estrellas:
Charles Oliveira –> Del peso pluma al ligero.
Charles Oliveira es el hombre del momento y, probablemente, el caso más emblemático de un cambio de éste estilo “para bien”. El peleador brasileño solía competir en UFC dentro del peso pluma y, si bien ya mostraba todos sus dotes en esa división, nunca consiguió lograr números de estrella (7-5). No obstante, desde su transformación a los pesos ligeros sus cifras han cambiado radicalmente: acumula un récord de nueve victorias seguidas y ha logrado erigirse como el nuevo campeón de esa categoría. Si bien no descarta volver al peso pluma para lograr la doble corona, su actualidad es imposible de mejorar: el mejor peso ligero del mundo.
Robert Whittaker –> Del peso wélter al mediano
Robert Whittaker ganó la edición “Smashes” del reality show The Ultimate Fighter” (2012), compitiendo en la división de peso wélter. Nada hacía pensar, por aquellos años, que el australiano necesitaría hacer alguna clase de cambio en su método de trabajo. Pero, claro, como suele pasar muchas veces, un “puñetazo” dado a tiempo puede hacernos entrar en razón. Los “golpes” vinieron de la mano de Court McGee y Stephen Thompson. Aquel par de derrotas entre 2013 y 2014, lo llevaron a tomar una decisión: se “mudó” hacia las 180 libras, para aprovechar mejor su estilo de físico y de pelea. Hizo su presentación en la nueva división, el 8 de noviembre de 2014 ante Clint Hester y, tras esa victoria, su paso no se detendría hasta ser campeón. Fue Rey de la división de 180 libras al vencer a Yoel Romero, logrando una racha de ocho victorias al hilo en los pesos medianos. Si bien Adesanya le quitó el cinturón en UFC 243, del año 2019, Whittaker sigue siendo uno de los nombres más temibles. Probablemente en breve, tenga la chance de recuperar su corona. Su adecuación a los pesos medianos fue de excelencia.
Dustin Poirier –> Del peso pluma al ligero.
En el caso de Dustin Poirier tenemos un transformación similar a la de Oliveira pero, claro, con algunos pequeños matices. “El Diamante” es uno de los mejores boxeadores de UFC y su llegada a la compañía data del año 2011 (victoria ante Josh Grispi). Aquel debut fue, precisamente, en la división de peso pluma. El norteamericano lograría ascender en dicha categoría con otras tres victorias sólidas, de forma consecutiva. No obstante, el problema llegó cuando comenzó a acercarse al “top” de las 145 libras: perdió contra Cub Swanson, Chan-sung Jung y Conor McGregor (ésta última, mediante un doloroso TKO, casi arrancado el combate). En el año 2015, “El Diamante” decidió retornar a la división que, en otras promociones como WEC, lo había visto crecer: el peso ligero. Y allí se dio un gran giro en su carrera: venció a los nombres más difíciles de ese entonces, como Justin Gaethje, Eddie Álvarez, Max Holloway (a éste sí lo había derrotado también en peso pluma), Dan Hokker y, recientemente, hasta logró “vengarse” de Conor McGregor. Solo perdió -de los duelos importantes- contra Khabib en UFC 242 (el daguestaní le quitó el título de campeón interino). Actualmente, Poirier no tiene pensado volver al peso pluma, se siente un “ligero natural” y, para colmo, hasta se animaría a ir más allá: pelear en peso wélter.
Demetrious Johnson –> Del peso gallo al mosca.
Si bien el caso de “Mighty Mouse” ha quedado un poco atrás en el tiempo, su ejemplo sigue siendo de los más utilizados para demostrar la importancia de “la toma de decisiones” para un peleador. Johnson no logró ganar el duelo por el cinturón gallo contra Dominick Cruz, en 2011 y no se lo pensó dos veces: necesitaba realizar una mejora en su planificación de trabajo. Así, junto con su equipo de entrenamiento, optaron por cortar peso y bajar de las 135 libras a las 125. Bueno, eso de “bajar” es una forma de decir porque, en realidad, “subieron”: Demetrious Johnson logró, contra Joseph Benavidez, lo que no pudo con Cruz: ser campeón de UFC (esta vez, en peso mosca). Desde allí, todo lo que queda para decir del brasileño es que se volvió una leyenda: fueron 11 defensas consecutivas, la marca más grande en la historia de la promoción. Aquel muchachito de 135 libras seguramente ni en sueños podría haber pensado que en escasas 10 libras (125 lbs.), estaba la fórmula del éxito. Pero así fue.
Valentina Shevchenko –> Del peso gallo al mosca.
No podía faltar en éste repaso, la mención para Valentina Shevchenko: la peleadora de origen soviético (y raíces peruanas), también forma parte del selecto grupo de guerreros, que se favorecieron con el cambio. “Bullet” se parece, en ese sentido, a Demetrious Johnson: su derrota ante Amanda Nunes por el cinturón de peso gallo, le brindó “la enseñanza de su vida”. Inmediatamente, decidió pasarse a la división mosca y allí se transformó en la Valentina que hoy conocemos: campeona, dominadora, implacable, eficiente. Todo eso y más. Lleva siete victorias seguidas y, desde su presentación en las 125 lbs, allá por 2018 (contra Priscila Cachoeira), nadie ha sabido tomarle el pulso. No pudo cantar como un gallo pero si se ha vuelto una molestia tan grande como una mosca.
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¿Y tú, qué opinas de éstos peleadores que, sin pena ni gloria en una división, lograron transformarse en verdaderas estrellas, al cambiarse a otra? Responde en nuestras redes.