La reciente consagración del primo de Khabib, Usman Nurmagomédov (16-0) como nuevo campeón de peso ligero de Bellator ha abierto un interesante debate: ¿hay chances de un enfrentamiento entre el ruso y algún otro compañero de equipo?.
La pregunta de los fanáticos no es casual y viene dada por otro tema en particular. Y es que, actualmente, el panorama de las 155 libras en MMA está sobrecargado de estrellas rusas del AKA Gym como Islam Makhachev, campeón de UFC, el mencionado Usman Nurmagomédov y hasta los contendientes destacados, Mamedov y Gadzhi, que también compiten en Bellator.
Sin embargo, el entrenador Javier Méndez, ha salido a pronunciarse sobre el tema:
“No hay problemas ni rivalidades entre los muchachos del equipo. Todos ellos conocen su situación. Nunca pelearán contra un hermano. Eso nunca va a suceder. No habrá pelea entre Islam, Usman, Mamedov o Gadhzi. Cada uno sabe que hará lo suyo.
Tienes que entender que, muchos de éstos chicos, crecieron juntos. Están demasiado unidos. Son lo más cercano que puedes tener a un hermano sin gozar de parentesco consanguíneo”.
(Javier Méndez)
Evidentemente, aquí pesan cuestiones que van más allá de lo deportivo. Pese al gran récord de los dos peleadores más fuertes del Gimnasio, Usman suma 16-0 en su carrera profesional e Islam acumula 11 victorias en sus últimas 12 presentaciones en el UFC, todos ellos son amigos cercanos, entrenan juntos, forman parte de un mismo equipo y no hay posibilidad que compartan la jaula como rivales.
Javier Méndez ha sido determinante en que, por el vínculo que se ha formado, es imposible que “se fajen” en el octágono. Ni por dinero, ni por prestigio.
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Lo cierto es que, unánimemente, podemos decir que los rusos están “acaparando” el panorama del peso ligero en Artes Marciales Mixtas. Islam Makhachev viene de coronarse campeón ante Charles Oliveira en UFC 280 y Usman consiguió lo mismo, el último viernes al derrotar a Patricky Freire en Bellator 288. Además, detrás de ellos vienen otros grandes talentos que prometen mucho. Muestra clara de que Daguestán sigue siendo, por lejos, una gran “cuna de campeones”.
