Kelvin Gastelum no suele vivir con lamentaciones, pero luego de su derrota con Darren Till en noviembre, sabe que quizás no debió haber tomado esa pelea.
Tras una intensa batalla por el título interino ante Israel Adesanya en UFC 236, Gastelum enfrentó a Darren Till seis meses más tarde. En retrospectiva, Kelvin considera que esa no fue la mejor decisión.
“Me di cuenta que debí haberme tomado más tiempo libre después de mi pelea con Israel. Sentí que necesitaba demostrar algo luego de perder la pelea por el título, así que me apresuré al tomar esa pelea con Darren Till. Obviamente entrené para esa pelea, pero no estaba comprometido emocionalmente y Darren Till tenía un gran plan para neutralizar mi juego.”
Pese a todo, aunque no fue la pelea más entretenida del mundo, fue una contienda reñida que al final Gastelum perdió por decisión dividida.
“Tampoco me superó por completo. Quizás conectó un golpe más que yo, o algo así. Solo sentí que mentalmente, físicamente, emocionalmente, yo no estaba ahí esa noche. Además de que el tenía una gran estrategia y nulificó todas mis herramientas.”
Tras el segundo descalabro Kelvin regresó al entrenamiento pero se lastimó la rodilla en enero. Ahora, ya recuperado, Gastelum considera que esa lesión podría haber sido una bendición.
“Esta lesión fue como una bendición disfrazada porque me permitió tomar el tiempo libre necesario para sanar física, mental y emocionalmente luego del 2019 que tuve.”
Ahora que ya está recuperado, Kelvin tiene en mente un oponente para volver a encaminar su ruta hacia el cinturón.
“Pelear con Jack Hermansson tendría sentido. Ambos venimos de derrotas, él está en el top 5, una victoria para cualquiera de los dos nos devuelve a donde queremos estar.”
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