Calma. Eso es lo que precisó Khamzat Chimaev para liquidar el pleito con Gilbert Burns en UFC 273 y lo que, finalmente, logró conseguir solo un mes después de la pelea (victoria por decisión unánime).
El checheno, ya más relajado, brindó una entrevista recordando su batalla contra “Durinho” y, entre otras cosas, explicó qué fue lo que salió mal en aquel duelo que significó, por primera vez en su carrera, ir a las tarjetas de los jueces.
Para “Borz” el problema radicó en que “olió sangre”, se descontroló y entró en un intercambio demasiado frenético…
“Son cosas que pasan. Ya lo he dicho en varias ocasiones. Cuando lo derribé, probé la sangre y me descontrolé. Quería acabar con él y me olvidé de los asaltos y del manejo del tiempo. No podía pensar en defenderme y controlar mis emociones. Entonces, simplemente estaba intentando atacarlo (a Burns) por todas partes”, explicó Khamzat Chimaev en charla con <<Smesh Bros>>.
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Vale destacar que, si bien Khamzat logró un nuevo triunfo ante el número 2 del ranking del peso wélter, aquel duelo le costó sobremanera y le quitó la racha, perfecta, de finalizaciones que llevaba: diez en diez peleas. Su entrenador se enojó y todo su equipo le recomendó que, a partir de ahora, debería ser más cerebral en su forma de encarar los combates: no siempre se puede atravesar la pared, a veces hay que esquivarla.
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De todos modos, el checheno ha conseguido madurar gracias a esa pelea y, seguramente, salga mejor preparado para la próxima: de momentos, suenan los nombres de Colby Covington y Belal Muhammad como rivales potenciales.
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