Mientras continúa la promoción de su libro Quitters Never Win, Michael Bisping reveló parte de su estrategia para vencer al ex campeón de peso medio de UFC Anderson Silva en el 2016.
Si bien el británico asegura tener y haber tenido en su momento mucho respeto por el ex campeón, sostiene haberse dado cuenta que el respeto no le iba a ayudar dentro del octágono.
“Me burlé de él por sus pruebas de dopaje fallido del 2015 y su excusa de que había usado una píldora sexual de Tailandia. ‘¿Entonces, funcionó? ¿Consigues una erección o no?’ Me planté en su cara en cada oportunidad que tuve. En la conferencia de prensa, en la sesión de fotos en Londres, cuando nos cruzamos en el hotel sede de UFC.”
Bisping explica que la razón por haberlo hecho no fue sólo por molestar a Silva o porque no lo respetara, sino todo lo contrario.
“Es muy sencillo. Yo respetaba muchísimo a Anderson Silva, pero él se aprovechaba de eso en sus peleas. Durante años vi a sus oponentes, no ofrecerle un reto en lo mejor de sus habilidades porque entraban pensando ‘oh, es el legendario Anderson Silva.’ Mientras tanto Silva, un maestro de los juegos mentales, se valía de su meticulosa deferencia, las reverencias y todo eso, para llevar a los oponentes hacia una pelea de artes marciales respetuosa. Eso era lo que mejor iba con su estilo. Y entonces, inevitablemente cerraba la trampa y les daba una paliza para que se fueran con una derrota brutal.”
La estrategia terminó dando resultado pues Bisping logró llevarse una victoria por decisión ante Anderson.