Robert Whittaker empezó su carrera hacia un duelo con Adesanya (la revancha) corriendo desde atrás, como en la fábula de la tortuga y la liebre. El neoselandéz, a diferencia de muchos otros colegas, jugó su papel de forma silenciosa, con perfil bajo, y concentrándose en lo suyo.
Y así, de a poco, llegó al lugar en donde está ahora: casi a las puertas de “la meta”, cerca de obtener una revancha por el título mediano ante el campeón nigeriano.
El peleador oceánico, que ostenta un récord de 22-5, consiguió el visto bueno de Dana White -presidente de la UFC– en su victoria con Jared Cannonier y, ahora, ya se imagina cómo sería volver a enfrentar a Adesanya:
“Es una pelea dura, hombre, tú sabes. No estoy feliz de pelear con él. Es una pelea dura. Es tan bueno… y solo se veía mejor en su última pelea. Y el hecho de que ya me ganó una vez está presente”, dijo Whittaker, como una forma de rendirle respetos al campeón.
Así noqueaba Adesanya a Whittaker en UFC 243:
Israel Adesanya defeated Robert Whittaker by KO (Strikes, Round 2)pic.twitter.com/qU8uRWi0zB
— MMA UNDERGROUND (@theUG) October 6, 2019
Pero el peleador de Nueva Zelanda también dejó en claro que, de esas “batallas durísimas”, él toma su alimento:
“Siento que tengo un par de trucos que puedo implementar. Siento que puedo jugar de manera diferente esta vez. Honestamente, sé que está tratando de hacer todo lo demás, y es bueno que lo haga. No estoy pensando en él. Quizás él y yo no deberíamos pensar en eso solo por un momento. Puede subir a peso semi completo o pesado. Lo que sea que quiera hacer, no me molesta. Mis planes son Navidad, mi bebé, y luego, con suerte, nuestras líneas de tiempo se alinean entonces” (Whittaker)
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