Tras dos años de inactividad por problemas con USADA, Sean O’Malley regresó al octágono en UFC 248 y liquidó a Jose Quiñonez en el primer round de su combate. Así, ‘Sugar’ dejó claro que no perdió el ritmo y busca un lugar en el top 10 de la división gallo.
Para muchos peleadores, O’Malley recibe más atención de la que merece. Por lo tanto, es común que le lluevan los retos. Sin embargo Sean explica que no cualquiera que lo rete es digno de ser considerado como un posible oponente, pues lo que él busca son peleas que lo ayuden a avanzar.
Un par de peleadores que han expresado más de una vez su deseo de enfrentar a O’Malley son Brian Kelleher y Merab Dvalishvili. Sean tomó el caso de Kelleher para ejemplificar su argumento.
“Me lanzaron retos nueve tipos mientras estuve fuera por dos años. Algunos de ellos ayudarían a mi carrera; pelear con alguien como Brian Kelleher no me va a servir de mucho. Creo que su récord es 10-5 o algo así. Se ve como que fuma cigarrillos, él no va a hacer nada para mi carrera. Definitivamente estoy buscando peleas inteligentes, gente que me sirva para ascender. Si entro ahí y derroto a Kelleher, dirán, ‘ah, ok, ese chico es malísimo.’ No tiene sentido hablar de tipos así.”
O’Malley comparó su situación actual con la de Conor McGregor cuando emergió en las 145 libras. Sin embargo considera que a medida que derrote más oponentes, dejarán de llegar los retos.
“Es bueno que mucha gente me esté retando. A Conor lo retaba todo el mundo. Creo que mientras más pelee, menos me van a retar, porque reconocerán lo peligroso que soy. En este momento la gente piensa, ‘lo voy a derribar y ahí se va a terminar la pelea.’ No va a ser el final de la pelea, estrangularé a alguien si me derriban. Lo que más hago es entrenar jiu jitsu. El jiu jitsu es básicamente mi vida, me encanta y entreno todo el tiempo. Entreno con gente muy buena, simplemente no he tenido mucha oportunidad de mostrar eso.”
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