Para cualquier peleador, el “día después” de una derrota siempre suele resultar más traumático que la derrota en sí misma. La mexicana Irene Aldana (12-6), cayó ante Holly Holm (14-5) por decisión unánime en el duelo de los pesos gallo y, no solo pospuso sus chances de una pronta oportunidad por el título, sino que además se ha visto obligada (casi a la fuerza) a realizar un profundo replanteo en torno a su performance. Pero Aldana es fuerte y tiene todo a su favor: las derrotas así, solo sirven en tanto logren capitalizarse.
El Rocktagono te presenta un análisis con cinco puntos claves para entender la dura caída de Irene Aldana y, por qué no, para ir palpitando su pronta recuperación…
1) Los rivales (de una, y de la otra)
El último KO de Irene Aldana (ante Keitlen Vieira) nos deslumbró a todos. Le alcanzó un solo round a la mexicana para acertar tremendo golpe que mandó a la lona a su rival. Todos sabemos que esa es una de sus marcas registradas: lleva seis, en doce victorias. No obstante, del otro lado se encontraba una peleadora acostumbrada a las grandes veladas y a pelear con las mejores de forma repetida: con sus casi 40 años, Holly Holm ya había enfrentado a Ronda Rousney, Amanda Nunes, Cris Cyborg y Valentina Shevchenko. Aldana, en cambio, si bien ha peleado batallas increíbles se ha venido “cocinando” a un tiempo más prudencial y es lógico: tiene seis años menos que Holm. De las peleadoras “top” que ha enfrentado solo una aparece actualmente en el ranking: Raquel Pennington.
2) El plus de las “esquinas”.
El Lobo Gym es reconocido unánimemente como uno de los mejores centros de entrenamiento de México. Los hermanos Grasso son, en ese aspecto, experimentados en la promoción, la consolidación y el desarrollo de sus atletas. No obstante, la capacidad de un entrenamiento nómade como el que recibió Holly Holm en sus años de profesional, pudieron haber marcado un plus. La peleadora oriunda de Albuquerque ha experimentado una gran variedad de campos de trabajo y, actualmente, cuenta con el apoyo de Israel Martínez, una eminencia de la lucha. Forma parte del “Jackson’s-Winkeljohn’s Mixed Martial Arts” pero, como decíamos, su método de trabajo ambulante es un aspecto a destacar.
3) La versatilidad.
Decíamos que Irene Aldana es una profesional con una amplia “caja de herramientas”: poder de fuego, capacidad aeróbica, striking, juego de piernas, boxeo. Sin embargo, la mexicana peleó casi toda la velada bajo las circunstancias que decidió su rival: Aldana circuló siempre a su izquierda, tratando de evitar el poder de Holly. Nunca encontró el resquicio para “colarse” y, por el contrario, fue derribada en cada uno de los cinco rounds que duró la batalla. Ahí se notó la falta de un Plan B o, incluso, C, D, E. Nos referimos a que, quitada de su zona de confort, Irene apenas tuvo respuestas para la pelea que le trazó su rival y cayó en esa trampa. “La caja de herramientas de Aldana” (porque todos sabemos que la tiene) nunca llegó a abrirse: y eso se debe, al mérito de su rival, pero también a un pánico propio.
4) La resiliencia.
En los deportes de combate, la resiliencia representa uno de los atributos más importantes que puede tener un peleador. Se trata de la capacidad de reponerse, rápido, ante la adversidad y quitarse toda clase de frustración. Algo de eso también le faltó a Aldana pues, su poder de resiliencia, pareció limitarse a la enjundia para ir hacia adelante: pero eso no basta. La resiliencia implica la aceptación de un fracaso o un trauma (el plan, la estrategia, la táctica) y la pronta “transformación” de ese dolor en una oportunidad de cambió. Aldana, a quién le sobró valor y coraje, careció de esa capacidad para aceptar el fracaso y pasar a un nuevo plan.
¿Y tú que opinas? ¿Le faltó algo de todo esto a Aldana? Háznoslo saber en nuestras redes sociales.