Khabib vence a Justin Gaethje y dice “adiós”

El evento UFC 254 pasará a la historia por muchas razones. Primero, porque el ruso Khabib Nurmagomédov (29-0) derrotó a Justin Gaethje (22-3) con solvencia, y retuvo el título de peso ligero. Pero, más importante aún, porque escogió esa misma velada para anunciarle al mundo su retiro de la práctica profesional de las Artes Marciales Mixtas.

Sí, aunque suene increíble, el rey indiscutido de los ligeros, que acumula un invicto de 29 peleas, y que ha barrido con la categoría entera, se despedía de ésta manera:

“Hoy quiero decir que fue mi última pelea. De ninguna manera voy a seguir viniendo aquí sin mi padre. Fue la primera vez después de lo que pasó con mi padre. Cuando UFC me llamó con Justin, hablé con mi madre durante tres días. Ella no (quiere) que vaya a pelear sin mi padre, pero le prometí que será mi última pelea. Y si doy mi palabra, tengo que seguir esto” (Khabib)

La razón de su retiro no esconde segundas intenciones. Basta con notar el semblante de Khabib luego de su victoria para entender que el guerrero de Daguestán aún tiene demasiado cercana la muerte de su padre, Abdulmanap Nurmagomedov. El ruso prometió a su madre dejar la actividad definitivamente ante la ausencia del patriarca de la familia…

El campeón invicto, que éste año apenas cumplió 32 años, decide ponerle punto final a una carrera repleta de éxitos: llegó a la UFC en 2012 y consiguió el cinturón del peso ligero tras vencer a diez rivales, el últimos de ellos, el brasileño Al Iaquinta, por entonces campeón de la categoría. A partir de allí, siguió limpiando el piso con todos sus rivales: Conor McGregor, Dustin Poirier y, ahora, Justin Gaethje. Quedará inconcluso (o, al menos, eso lo veremos con el correr del tiempo) el sueño de las 30 peleas, el postergado choque con Tony Ferguson y el broche de oro: un duelo contra el histórico George St Pierre. Ese que tanto pedía su padre Abdulmanap.

Las lágrimas de Khabib al finalizar el combate, fueron las lágrimas de todos los amantes de éste deporte:

Otro ritual: el campeón “lanza” los guantes al suelo. Parecería ser, que no hay vuelta atrás.

Con respecto a la jornada de anoche, y abordando lo estrictamente competitivo, Khabib demostró ser demasiado para su rival. El profesional de la lucha, que también mostró un excelente boxeo y una impecable condición aeróbica, volvió a hacer “fácil” lo “difícil”: acabó con su rival gracias a una sumisión (triángulo) world class. Ese es el toque que solo tienen los genios.

¿Y tú como viste la pelea de Khabib ante Gaethje? ¿Te sorprendió su nivel, y la poca resistencia del rival? ¿Cómo tomaste el anuncio de su retiro? Escríbenos a nuestras redes sociales para compartir tus sensaciones.