Hay dos lugares donde no conviene trenzarse con Israel Adesanya (14-0): arriba del octágono, y en la sala de prensa. El peleador norteamericano, de origen nigeriano, sabe cómo moverse en ambos espacios: con los puños, y con la lengua. Y tanto en un caso como en el otro, siempre se muestra afilado.
“¿Chimaev? Ni siquiera conozco al tipo, aún no he visto sus peleas. ¿Lo has visto pelear? ¿Es el del labio de rata? Parece una rata, en verdad. Entonces él piensa que soy una pelea fácil … eso es interesante. Quiero decir, todo el mundo hace esto cuando se acerca a la cima” (Adesanya).
Khamzat Chimaev es una de las estrellas del momento en la UFC. El sábado, en UFC Vegas 11, derrotó en tiempo récord (17 segundos) a Gerald Meerschaert y, en medio de la euforia, lanzó un desafío tanto para Israel Adesanya -peso medio- como para Kamaru Usman –peso welter- (Chimaev es un welter natural, pero puede pelear en peso medio sin ningún tipo de problemas e, incluso, hasta en ligero).
En ese momento, las palabras textuales de Chimaev fueron las siguientes: “Si hago mi trabajo duro, nadie es un desafío para mí” y ofreció, luego, una predicción audaz para ambos posibles enfrentamientos: “voy a detener a los dos chicos”.
Lo cierto es que, en esta disputa verbal, el peleador sueco de raíces chechenas, apuntó justo contra un guerrero acostumbrado a entablar esta clase de duelos psicológicos. Adesanya, cuando habla, rara vez pierde. Y, en el octágono, tampoco (vale decirlo).
¿Te parece factible, a futuro, un duelo entre Adesanya y Chimaev? ¿Saldrá a contestar los insultos el peleador sueco?