El atleta olímpico y peleador cubano de ONE Championship Gustavo Balart (8-4 MMA) posee la misma característica que muchos otros elementos de tamaño reducido: es “pequeño” pero peligroso (como el veneno, o la dinamita). No obstante pese a su tamaño diminuto -mide 1,50 cm: algo excepcional, incluso para la división de peso gallo- su historia de vida parece contradecirlo: lo que esconde es una hoja de ruta gigante, con una profundidad monumental. Esa misma que cargan consigo casi todos los atletas que abandonan la patria habanera para buscar un futuro mejor al otro lado del río o, en este caso, del planeta: en otro continente.
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Éste viernes por la noche, Balart tendrá la chance de hacer sus sueños realidad y representar al pueblo cubano de la mejor manera pero, para ello, deberá superar un duro escollo como lo es el japonés Ryuto Sawada (14-6-1 MMA). Para Balart, la pelea será “gigante” en todo sentido.
¿Quién lo duda? El cubano es “un pequeño gigante”: aquí, junto a Diego Sánchez, ex estrella de UFC.
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“El Gladiador” llega al duelo de ONE: BATTLEGROUND de éste 30 de julio no sin cierta dosis de casualidad, debido a la cancelación del enfrentamiento de kickboxing en peso pluma entre Sitthichai “Killer Kid” Sitsongpeenong (4) y Tayfun “Turbine” Ozcan (5): éste último sufrió una fractura en su mano lo que lo obligó a bajarse de la velada. Tales acontecimientos, terminaron abriendo el camino para que Balart adelante su pelea en peso mosca contra el “Dragon” Sawada (latino y nipón se iban a medir el 13 de agosto).
Pero volvamos sobre la estela de Balart: el deportista de 34 años, acumula un gran recorrido en la lucha Grecorromana. Participó en los Juegos Olímpicos del Londres 2012 y, previo, a eso en el 2011 también estuvo en Guadalajara, México participando en los Panamericanos. Allí, obtuvo la medalla de oro en los 55 kilogramos.
Balart nació en Santiago de Cuba y comenzó su carrera en la lucha desde su infancia, gracias a la influencia de su padre, para después involucrarse de lleno en el MMA. Las complicaciones habituales de la cuba socialista lo obligaron a dejar su tierra para buscar un crecimiento profesional. Recordemos que los casos de atletas que logran lucirse en la Isla, están siempre atravesados directamente por la cuestión política y no siempre a la deportiva.
Así será el evento de ONE Championship de éste viernes:
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“El Gladiador” cree que su llegada a la promoción asiática fue una bendición también en el aspecto del <<biotipo>>: con sus escasos 1,50 de estatura, arribar al mundo oriental lo ayudó “equilibrar” el pulso con los atletas asiáticos, que también son pequeños.
“Yo soy bastante bajito, como la mayoría de ellos. Cuando voy a una pelea me envían muchos mensajes y me dicen que soy una inspiración para ellos. Se identifican por su baja estatura y me dicen que si yo puedo, ellos también. Tengo muchos fanáticos en Asia’’, declaró Balart en charla con el Nuevo Herald.
El peleador latino tendrá el sábado la posibilidad de regresar a la senda de la victoria, luego de tres derrotas seguidas en ONE (Wada, Rothana, Catalán).
Y de algo estamos seguros: pese a sus escasos 4, 11 pies de estatura, el guerrero cubano es una inspiración inmensa para muchos colegas latinos que creen que el físico o la distancia pueden ser un impedimento: todo lo contrario, son un aliciente.
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